Uno de los platos más icónicos y populares en el mundo son sin duda las hamburguesas o ‘burger’. Su masiva popularización gracias a la publicidad y a la aparición de cadenas de restaurantes “fast food” han convertido a este plato en un elemento indispensable de la cultura gastronómica global. Todo ello ha incentivado la aparición de numerosas variantes y posibilidades de degustar de las hamburguesas con sabores y preparaciones diferentes: hamburguesas clásicas, de pollo, veganas, BBQ, mexicana, de salmón… son un sinfín las opciones en las que poder disfrutarlas. Sin embargo, desde Venta La Duquesa nos sumergimos en la idea casi quimérica de idear y elaborar una hamburguesa que homenajeara el patrimonio gastronómico asidonense, al tiempo que se adaptara a los productos de temporada. Conseguir conjugar los matices propios de nuestra tierra: los inconmensurables vegetales que nos otorga nuestra tierra, con una excepcional carne, en un producto fácil de compartir y disfrutar.
El resultado, fue la creación de una hamburguesa premium, poseedora de la mejor calidad posible y reconociblemente sabrosa. Una hamburguesa que refleja la auténtica pasión que desde Venta La Duquesa sentimos por la verdura, a la tratamos con un mimo y cuidado excepcional, en nuestra propia huerta, lo que nos da unos resultados magníficos, de sabor y consistencia, que trasladamos en cada uno de nuestros platos.
Con tan buen producto, decidimos preparar un plato donde la verdura de nuestra huerta fuese el principal protagonista, y que pudiese modificarse para adaptarse a las distintas temporadas. Pimientos, berenjenas, cebollas… la hamburguesa se va adaptando con nuevos sabores según la disponibilidad de producto fresco.
Una burger fruto de nuestra devoción por el campo
La elaboración de esta burger es posible gracias al cuidado y preciado cariño que dispensamos a las verduras, frutas y hortalizas que cultivamos en nuestro propio huerto, en los aledaños de nuestro restaurante. En Venta La Duquesa creemos que el motivo del éxito de nuestro restaurante está precisamente en ostentar la mejor materia prima posible, de ahí nuestra inspiración para cultivar nuestros propios vegetales. Mediante un cultivo responsable para con el medioambiente, respetando los tiempos del campo, con empeño y dedicación, conseguimos obtener los mejores frutos de nuestra tierra. Sólo así podemos conseguir la variada paleta de sabores y texturas de la que disponemos y con los que los fogones de nuestra jefa de cocina, Miriam Rodríguez, consigue crear auténticos platos que agasajan a toda una cultura forjada por siglos de historia. Vegetales ecológicos y con reputación alimentados por una atmósfera excepcional de aires frescos propios del norte de la sierra gaditana y vientos atlánticos que se enzarzan como si de una discusión se tratara en una pelea por la dominación del aire con los vientos mediterráneos. ¿El resultado? Zanahorias, cardillos, alcauciles, tagarninas, apios, coliflores, pimientos, tomates, calabazas, acelgas, coles, lechugas, guisantes, habas, alcachofas, rábanos, espárragos, patatas y calabacines excepcionales y prominentes en sabor. Unas verduras que representan el amplio patrimonio agrícola que exhibe Medina Sidonia y con la que han conseguido labrarse un nombre por toda la geografía nacional. Cultivos en los que la calidad y el respeto medioambiental se han convertido en la piedra angular y eje vertebrador de un modelo de agricultura en el que prima el miramiento por el entorno. (Te invitamos a descubrir algunos de los platos que albergamos en nuestra carta en los que nuestras verduras son el principal protagonista).
Así de nuestros fogones cada día salen deliciosas hamburguesas de verduras, elaboradas con los productos que recogemos cada día de nuestra pequeña huerta, asegurando una frescura máxima y sabor intenso. Con breve salteado y un ligero rebozado, las verduras mantienen toda su textura. con un toque crujiente final, obteniendo un plato delicioso tanto para los más mayores, como para los más pequeños.
Los amantes de los vegetales tienen aquí, un plato saludable que no renuncia al sabor.